
Una infancia feliz cantando y bailando
Nacida en una familia de melómanos (su padre versionaba The Beatles, su madre era corista amateur), recuerda cantar y bailar ‘El negro no puede’ de Georgie Dann con 4 años en las fiestas. A los 8 comienza canto coral en el colegio y una maestra animó a sus padres para que estudiase en el Conservatorio de Tarragona. Era feliz sobre el escenario haciendo teatro e idolatraba a Lina Morgan. Tuvo un grupo en el que interpretaba pasodobles, boleros y música veraniega en bodas, banquetes y comuniones. Prosiguió sus estudios en el Conservatorio Joaquín Rodrigo de Valencia, añadiendo la dirección de coros y el órgano. Su primer papel como profesional fue Woglinde, hija del Rin en ‘El Anillo del Nibelungo’ de Wagner.


Sigue la máxima de Montserrat Cabellé cuando se sube al escenario
Pudo conocer a Montserrat Caballé en 2007 en Zaragoza. Un encuentro tierno y mágico. Estaba nerviosa por cantar ante una de las mejores cantantes líricas de la historia. Tuvo que parar al ver cómo Caballé se emocionaba al escucharla, pero Caballé la animó a seguir. Así lo hizo y donde siempre había dificultad hubo una explosión de arte. Caballé la abrazó al terminar, indicándole: “Canta con el corazón y todo irá bien. Tienes ángel y hay que hacerlo volar”. Desde entonces, cada vez que sube a un escenario sigue aquella máxima de Montserrat Caballé.
Progresión paulatina y estable con grandes dificultades en el camino
Su trayectoria ha estado marcada por una progresión paulatina y estable. Ha tenido la fortuna de estar al servicio de la música y de disfrutar al máximo de esta pasión. Sin embargo, no siempre lo ha tenido fácil con factores externos (directores de teatros, agentes artísticos, etc), ya que no han creído en su valía, no han visto que fuese capaz de interpretar determinados papeles o la han etiquetado por hacer un tipo de repertorio concreto. Ella nunca ha cerrado las puertas a ningún género y estilo, enriqueciéndose con cada proyecto en el que se ha involucrado.


Ambición y confianza en su valía para ser una embajadora de la cultura
Ahora, pretende demostrar como cantante y artista que puede ser lo que quiera si le dan una oportunidad. Desea aumentar su popularidad tras haber adquirido una gran experiencia, viajar más, expandir su arte por el mundo y ser embajadora de la cultura. Está abierta a propuestas que se salgan de su zona de confort. Para ella, la naturalidad es esencial. Su vocación es el canto y su pasión subirse al escenario, disfrutando, gozando y mostrando generosidad hacia el público, abriéndose en canal para transmitir un arte que no está al alcance de todo el mundo.
Una persona divertida que está como una cabra y reina en las discotecas
Divertida, activa, con iniciativa y ganas de pasárselo bien haciendo música. Disfruta con los retos y las novedades. Le gusta leer, bailar, comer con sus amigos y ser el centro de atención para que los demás se rían. Quienes la conocen recuerdan una comida memorable en la que acabó imitando a una cabra para deleite de todo el restaurante. Ha sido la reina de las tarimas en las discotecas y en las fiestas mayores siempre abría el baile, aunque fuese sola. Le encanta todo tipo de música y si no se pensaría dos veces ir al programa televisivo ‘Tu cara me suena’.
